Cabuxa

De Cabuxa a Tui, un recorrido histórico por monumentos, artesanía y naturaleza

Como si de cosa de meigas se tratase, este esperadísimo verano en el que las Rías Baixas prometían ser destino ideal de descanso playero, está siendo uno de los más raros de los últimos años. Me estoy refiriendo claro está, a las nieblas costeras que han arruinado días de toalla a más de uno, porque a estas alturas de los locos años 20, hablar de “cosas raras” resulta incluso redundante. Pero en Galicia somos muy de reinventarnos y si de algo andamos sobrados por aquí es de destinos únicos para visitar; sin ir más lejos, a unos 10 km de nuestro obradoiro, la ciudad de Tui (Tuy) es un plan perfecto, incluso -o más- en días de niebla.

La que fuera una de las siete provincias del antiguo Reino de Galicia y escenario de asentamientos suevos y visigodos por el que se pasearon desde vikingos hasta judíos y franceses, alberga uno de los cascos antiguos mejor conservados del sur de Galicia. Sabrás que has llegado a tu destino cuando divises sobre un promontorio la imponente silueta de la Catedral de Santa María, joya arquitectónica del s.XII con un fabuloso pórtico de estilo gótico que flanquea las puertas del templo medieval más hermoso que puedas imaginar. La capilla barroca de san Telmo, el Monasterio de santo Domingo, la Cárcel Capitular, el Puente Internacional que une España y Portugal o el mirador Plaza da Estrela, son referencias claves que cualquier guía de turismo incluirá en tu visita a la ciudad. 

Pero más allá de visita monumental, conocer Tui es recorrer sus calles y viajar en el tiempo a través de historias y leyendas, casonas señoriales e intrincadas callejuelas adoquinadas con tascas tradicionales y pequeñas tiendas que hablan de la huella dejada por la actividad comercial y artesana de épocas pasadas. Para los que busquéis adquirir uno de esos recuerdos de viajePorta da Pía, emplazado en lo que fue una de las principales puertas de acceso de la antigua muralla de la villa, es un espacio singular donde encontrarás Artesanía de Galicia y una amplia selección de piezas de autor. Y como en nuestra tierra el paladar manda, te recomiendo endulzar tu viaje con los pececitos de almendra del Convento de las Clarisas, auténtico sabor tudense (y divino!) que solo encontrarás aquí. Elaborados artesanalmente desde hace más de 5 siglos, las monjas los venden a vecinos, peregrinos y visitantes a través de un torno centenario que evita cualquier contacto visual. Un consejo, llama al timbre y espera a oír “Ave María” para hacer tu pedido. Te aseguro que no te arrepentirás. 

Si dispones de tiempo y quieres disfrutar de auténtica naturaleza junto a la “raia húmida” (frontera con Portugal), el Parque Natural Monte Aloia es tu destino. Con una extensa red de sendas, paisajes relajantes y merenderos, alberga además un interesante Centro de Interpretación de la Naturaleza ubicado en la antigua casa forestal, una curiosa construcción cuyas escaleras de acceso ilustran la imagen del bolso portadocumentos Granat de este post – una pieza única de artesanía en piel, solo disponible en la web-. Para despedirnos con una imagen igual de irrepetible, el Alto de San Xiao (631 m) descubre un impresionante mirador sobre los valles del Baixo Miño, un escenario que según cuentan fue testigo de la legendaria batalla de Medulio (22 a.C.) en la que -quizás un día de niebla densa- los pobladores celtas eligieron la muerte antes de rendirse a las tropas del poderoso imperio romano… La niebla en Galicia es pura magia 😉